Nuestra motivación y trabajo
¿Qué sería de nuestro trabajo sin los numerosos jóvenes que emprenden el viaje a El Salado en Ecuador en nombre de stupor mundi e.V.?
Cada año se envían de dos a tres voluntarios en el mes de agosto y la estancia mínima en el proyecto es de nueve meses. La experiencia ha demostrado que este plazo es muy adecuado. Tras una fase de adaptación a la comunidad y a las familias de acogida, el aprendizaje intensivo del idioma y la adaptación a la altitud de unos 3.600 m sobre el nivel del mar, queda tiempo suficiente para realizar sus propios proyectos.
¿Cómo?
Gran parte del trabajo de la asociación en El Salado se basa en la iniciativa y la creatividad de los respectivos equipos de voluntarios. En consulta con sus personas de contacto en Ecuador y Alemania, eligen sus propias áreas de responsabilidad y actividades. De este modo, los voluntarios aprenden a asumir responsabilidades y a desarrollar sus intereses y habilidades de forma independiente y a utilizarlos en beneficio de todos. Estamos contentos de ver cómo los jóvenes se superan a sí mismos y cómo se desarrollan muchos proyectos pequeños y grandes en cooperación con los profesores y los residentes de El Salado.
En su trabajo, los jóvenes voluntarios siempre reflexionan sobre su papel en la comunidad, las consecuencias de sus acciones y siempre se les anima a mirar el mundo desde una perspectiva más amplia. La interacción respetuosa y el diálogo abierto son especialmente importantes para nosotros. A través de esta cooperación entre jóvenes y adultos de diferentes nacionalidades, queremos promover el intercambio de conocimientos y experiencias más allá de las fronteras, las generaciones y las culturas.
¿Dónde?
Por el momento, nuestras actividades se concentran en el pueblo de El Salado, situado en la sierra andina ecuatoriana, a una hora en coche de la ciudad de Ambato. Dentro de nuestras posibilidades, apoyamos diversos proyectos en los ámbitos del ocio, la educación, el medio ambiente y la salud, que contribuyen a la realización de los objetivos de la población local. Esto se hace principalmente gracias a los esfuerzos de los equipos de voluntarios.
¿Qué?
Escuela: En los últimos años, el trabajo voluntario se centró en la cooperación con los profesores de la institución educativa local "Unidad Educativa Intercultural Bilingüe Llangahua"(UEIB) - desde el jardín de infancia hasta el grado 13. Esto implicó principalmente el apoyo a los profesores en el diseño y la implementación de algunas classes (como inglés). Gracias a la iniciativa de varios equipos de voluntarios, ampliamos temporalmente nuestra participación a las escuelas de las localidades de Sanjapamba, Escorzoneras y Escaleras.
Talleres: Entretanto, el foco de atención se ha desplazado hacia ofertas como tallers sobre temas específicas fuera del horario habitual de la escuela.
Programa de tarde: Un componente central de las actividades es nuestro llamado programa de tarde, en el que los voluntarios abren las puertas de la hospedería e invitan a los residentes de El Salado, especialmente a los niños, a diversas actividades creativas, deportivas, musicales y cognitivas. En la hospedería hay un pequeño repertorio de material de manualidades, libros de lectura y juegos de mesa. Por supuesto, los niños también pueden acudir a los voluntarios con preguntas sobre los deberes, las presentaciones o la preparación de los exámenes.
Trabajo comunitario: Además, la participación de los voluntarios en los proyectos comunitarios de la comunidad debe pasar a primer plano. Por ejemplo, actualmente está creciendo un grupo de trabajo de mujeres del pueblo en colaboración con stupor mundi e.V., el grupo de mujeres se dedica a la conservación, producción y distribución de artesanía local (especialmente prendas de punto).
Con mucha alegría, los voluntarios también suelen participar en "mingas". Se trata de una forma de división del trabajo que beneficia a todos los habitantes del pueblo y en la que participan todas las familias locales. En el marco de este trabajo comunitario, los padres de los niños de la escuela, junto con el equipo de voluntarios de 2008/09, construyeron el patio de la escuela de la UEIB y posteriormente crearon un parque infantil construido con materiales naturales. Nuestros voluntarios también participaron en la excavación de zanjas para colocar tuberías para el suministro de agua potable.
Junto con los alumnos del colegio (grados 11-13), el entonces director de la escuela y un ingeniero de una organización medioambiental ecuatoriana, un equipo de voluntarios desarrolló un proyecto de reforestación. Bajo la dirección de los alumnos, plantaron unos 700 árboles autóctonos de la especie "Yagual" y luego los cuidaron bajo su propia responsabilidad. Algunos de estos yaguales tienen ahora entre 1,50 m y 2,00 m de altura.
Preparación y seguimiento del voluntariado: Estamos convencidos de que los voluntarios contribuyen de forma decisiva al éxito de la labor de nuestra asociación stupor mundi e.V.. Por ello, damos importancía en la preparación y el seguimiento del voluntariado.
Durante un fin de semana de preparación, los voluntarios reciben una idea sobre el trabajo de la asociación y se les informa intensamente sobre los posibles campos de actividad. Es importante que se desarrollen ideas iniciales e incentivos para posibles proyectos en diálogo con los jóvenes, y viceversa, que conozcamos sus intereses y capacidades. Además, la preparación crea la base para un intercambio abierto y de confianza entre nosotros y los voluntarios durante su estancia en el extranjero.
Un breve ejercicio de reflexión etnológica sirve para concienciar a los jóvenes sobre cómo tratar a otras personas sin prejuicios y con respeto. Al fin y al cabo, intentar liberarse de las ideas estereotipadas (sobre todo de las que juzgan) es, a nuestro entender, la base de una cooperación sin jerarquías.
Después de su voluntariado, invitamos a los jóvenes a una evaluación. Juntos discutimos eventos y experiencias positivas y negativas sobre el trabajo de los voluntarios en El Salado y su supervisión por parte de la asociación stupor mundi. Todos los participantes tienen la oportunidad de expresar una crítica constructiva, que es muy importante para el desarrollo personal de los voluntarios, así como para el cambio permanente y la expansión del trabajo de nuestra asociación.